martes, 30 de diciembre de 2014

Día 17: Kyoto - De Kinkakuji a Arashiyama (zona oeste)


Hoy tenemos desayuno en el hostel, en la zona del comedor hay ya ambiente de turistas preparados para salir. Desayunamos y nos vamos para la estación, compramos nuestro pase de bus y cogemos el 101 hasta la parada Kinkakuji. Tardamos en llegar a nuestro primer destino unos 40 minutos, el Templo dorado Kinkakuji, la entrada cuesta 400 yenes.

Templo Kinkakuji
La imagen del templo cubierto de pan de oro reflejada en el estanque es preciosa!. Aunque hemos ido temprano ya hay bastante gente allí y cuesta un poco hacerse un sitio para que en la foto no salgan cabezas. De pronto, se pone a llover y la gente se va bajo los árboles dejando todo libre para hacer fotos así que aprovechamos, jejeje


Vamos bordeando el estanque hasta ver más de cerca el templo, la primera planta es de madera y yeso blanco y las otras dos están cubiertas con pan de oro por afuera y la tercera también por dentro, no se pueden visitar. En la foto de arriba podéis ver el bonito ave fénix que hay en el tejado. Seguimos nuestra visita por detrás del templo, nos metemos por un sendero que va subiendo y encontramos una zona de vegetación preciosa, todo verde, con una cascada pequeña y se puede ver asomar entre los árboles la planta dorada más alta del templo. Ya no llueve pero es una lástima que esté el día nublado, con el sol brillando en el templo debe ser impresionante!


Salimos del templo y enfrente cogemos el bus 59 que nos deja en 5 minutos en la parada Ryoanji-mae ya que queremos ver el Templo Ryoanji famoso por su jardín zen de grava, musgo y rocas. La entrada cuesta 500 yenes y lo primero que vemos al entrar es un precioso estanque.


El jardín zen es rectangular y tiene 15 piedras sobre el musgo, la grava tan perfectamente rastrillada da sensación de tranquilidad, nos hubiéramos quedado allí las horas muertas mirándolo. Según había leído, siempre queda una de las rocas ocultas y es verdad, no se pueden ver nunca las 15 a la vez.


Seguimos la visita y nos encontramos con zonas de jardín preciosas con el suelo de musgo que parece una alfombra de bien cuidado que está. Cuanto vamos a echar de menos estos rinconcitos llenos de tranquilidad y belleza en Barcelona... :-(


Salimos del templo y seguimos andando hasta que nos encontramos con el Templo Ninna-ji donde no entramos, lo vemos solo por afuera y como se ve en la foto tiene una gran puerta de entrada de madera.


Cogemos nuevamente el autobús 59 hasta el final de línea y allí cambiamos al 11 para ir a las afueras de Kyoto, al distrito de Arashiyama, bajamos en la parada Tenryuji-mae. Hacemos esta combinación ya que así nos entra en el pase y no tenemos que pagar otro transporte. Primero vamos a ver el Templo Tenryuji llamado "Templo del dragón celestial", compramos sólo la entrada para visitar los jardines, nos cuesta 500 yenes.



Los jardines son muy bonitos, con un riachuelo, musgo,... y al final de todo, en la salida del recinto del templo está el Bosque de bambú de Sagano. Es un camino de unos 200 metros con bambús a los lados que como se ve en la foto son muuuy altos!

Bosque de bambú de Sagano

Al salir del bosque, vamos andando por una zona residencial con pocas indicaciones para llegar a la calle principal. Nos adentramos por otro caminito donde está el pequeño Santuario Nonomiya. Por aquí ya hay más movimiento y pasan muchos rickshaws llevando a gente y bicis.



Salimos a la calle principal y vamos paseando hasta que llegamos al Puente Togetsukyo que significa "puente de la luna que cruza el cielo". Cruzamos el río Hozu por el puente y exploramos esta orilla mirando si hay algún sitio para comer. Lo que hay no nos convence así que volvemos a cruzar el puente para buscar un sitio por allí.

Puente Togetsukyo


Entramos a comer a un restaurante que parece un poco pijillo pero es ya tarde y no vemos otra cosa así que nos quedamos allí. Nos sale la comida más cara de lo normal, 2.100 yenes los dos pero imaginar, al cambio son 14€! Por este precio en pleno lugar turístico fuera de Japón no tienes ni para pagar lo de una persona!.


Ya con las barrigas llenas, cruzamos a la otra orilla del río para ir al Monkey Park Iwatayama, la entrada nos cuesta 550 yenes. Empezamos a caminar cuesta arriba subiendo escaleras, un calooor!. En mitad del camino nos encontramos con un ventilador que echa agua fresquita, sí sí, los japoneses piensan en todo!. Seguimos subiendo pero no vemos ningún mono, pensábamos que iban a ir saliendo por el camino pero no vemos a ninguno hasta que llegamos arriba del todo, nos está defraudado un poco el parque de los macacos japoneses...



Llegamos al mirador de arriba del todo y allí sí hay muchos macacos, por fin!. Hay una cabaña donde se puede entrar y dar de comer a los monos desde dentro a través de unas rejas, como son salvajes no aconsejan darles de comer fuera por si se ponen agresivos.


Como veis en la foto son monísimos y como curiosidad, también se les llama "monos de la nieve" ya que son los primates que viven a temperaturas más bajas. Seguro que os suena la foto de estos macacos metidos en aguas calientes en invierno, os dejo una foto de la web  ;-)


A parte de ver los macacos, las vistas de la ciudad desde el mirador valen la pena, se ve hasta la torre de Kyoto. Estamos un rato por aquí haciendo fotos y empezamos el camino de vuelta que es más ameno ya que es todo bajada.


Salimos del parque de los monos, vamos hasta el puente donde cogemos el autobús 28 para llegar a la estación de Kyoto. Lo que nos queda de la tarde lo vamos a pasar investigando la estación por dentro y luego nos iremos al hostel a cenar ya que esta noche organizan una "Fiesta del Okonomiyaki"!!!.

Karasuma, la parte norte de la estación de Kyoto
El interior de la estación es impresionante con todo el techo de vigas, fue diseñado por el mismo que diseñó el edificio de Osaka, el Umeda Sky building. La parte norte, Karasuma, es donde está la terminal de autobuses y la torre de Kyoto, la sur llamada Hachijo es donde tenemos nuestro hotel y es una zona más tranquila.


Para subir a la zona alta hay unas escaleras mecánicas larguísimas y unas escaleras normales que se iluminan de colores y en algunos momentos con imágenes, wauuu!. Una vez arriba está la "Happy terrace", una zona ajardinada donde encontramos a muchas parejitas de japoneses jóvenes por allí escondidas. Las vistas desde allí son muy chulas y la torre de Kyoto iluminada se ve preciosa. 


Aun nos falta una parte de estación por ver pero nos vamos ya para el hostel que no queremos quedarnos sin nuestro okonomiyaki. Cuando llegamos ya están los chicos con las manos en la masa, jejeje. Este okonomiyaki es distinto al que comimos en Miyajima pero está riquísimooo!. Ya compramos ayer unas bolsas de katsuobushi, las virutas de atún seco, que cuando las pones encima de la masa se empiezan a mover del calorcito, parece que están vivas!  ;-)


Después de cenar, nos vamos para descansar ya que mañana nos espera otro día intenso, toca excursión a Nara por la mañana y por la tarde... nos vamos a recorrer los toriis que se hicieron famosos en la pelicula "Memorias de una geisha".



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