domingo, 28 de diciembre de 2014

Día 15: Osaka


Hoy vamos a visitar la 3ª ciudad más grande de Japón después de Tokyo y Yokohama. Desayunamos y vamos hasta la estación de Osaka para coger el metro JR Loop Line que entra en el JR Pass, olee!. En casi una media hora llegamos a la parada Osakajokoen Station donde nos bajamos para ver el castillo. Cruzamos por el Parque Nishinomaru y pronto vemos el foso, desde aquí hay bonitas vistas ya que se ve el parque y los rascacielos al fondo. El Castillo de Osaka solo lo vemos por afuera, está reconstruido y como veis en la foto es también bonito. 


Castillo de Osaka
Seguimos andando por el parque y nos entretenemos en una tienda de souvenirs que encontramos por el camino donde compramos algunas cosas de regalito. Cogemos nuevamente el metro y al poco de andar nos encontramos en el Barrio de Shinsekai lleno de carteles, restaurantes, salas de Pachinko  y movimiento de gente, es parecido a Dotombori pero en pequeño. Vemos por todas partes la figura de una especie de buda dorado regordete, con la cabeza puntiaguda y una sonrisa traviesa. Es como un dios de la buena suerte llamado Billiken San que utilizan como amuleto (está en la foto de abajo en la esquina del edificio).

Barrio Shinsekai

Ha empezado a lloviznar así que... a coger el paragüitas, si no hace un sol abrasador, llueve así que hay que llevarlo siempre encima, jejeje. Al final de la calle nos encontramos con la Torre Tsutenkaku, wauuu, no nos la esperábamos! Esta torre es símbolo del barrio Shinsekai cuyo nombre significa "nuevo mundo".

Torre Tsutenkaku
Seguimos todo recto y llegamos a la zona llamada Den Den Town que es el distrito de la electrónica. Lo vemos más pequeño y menos llamativo que el que hay en Tokyo, Akihabara, supongo que al ser de día y no verlo iluminado llama menos la atención.

Den Den Town

Entramos en algunas tiendas de discos y películas donde puedes encontrar de tooodo!. También cotilleamos en las tiendas de figuritas y acabamos comprando algunas para regalar, yo me llevo una mini Afrodita A de la serie de dibujos  Mazinger Z que veía de pequeña  :-)
Seguimos andando hasta Namba Parks, un centro comercial que vi por Internet cuando preparaba el viaje y me llamó la atención ya que simulaba al Gran Cañón del Colorado. Pues allá que fuimos! Una vez allí me defraudó un poco ya que no se parecía tanto pero bueno... valió la pena ir porque vimos allí una tienda encantadora de plantas y cosas moniiísimas donde estuvimos un buen rato. Se nos hace la hora de comer así que vamos a ponernos las botas a un restaurante de sushi con cinta del centro comercial, por 1.430 yenes los dos, riquísimooo  ummm!


Seguimos el paseo y pasamos por una zona con toda una red de carreteras que pasan sobre nuestras cabezas y alguna de ellas, como la de la foto de abajo, se mete dentro de un edificio. Los que trabajen ahí van directos a su mesa de la oficina! jejeje


Cruzamos el canal de Dotombori pero no nos paramos en esta zona, lo haremos a la vuelta para coincidir que empiece a tardecer y estar allí con todo iluminado. Pasamos por una zona de tiendas de lujo y por fin llegamos a nuestro siguiente destino, Amerikamura. Lo primero que nos llama la atención son las farolas que tienen forma como de robot muy alto y de diferentes colores, muy chulas!.



Notamos la influencia norteamericana, vemos el primer mural en una fachada tipo neoyorkino, una estatua de la libertad sobre un edificio,... Esta es una zona comercial tipo Harajuku de Tokyo con tiendas para jóvenes.


Vamos callejeando y nos encontramos con el Shinsaibashi Shopping Arcade que son unas galerías comerciales muy grandes y lleníiisimas de gente, que barbaridad! Curioseamos por las tiendas donde se puede encontrar de tooodo!

Shinsaibashi Shopping Arcade
Volvemos a la zona del canal para visitar Dotonbori, una zona llena de restaurantes con llamativos letreros como el famoso cangrejo que se mueve, los peces globos, pulpos y el conocido letrero de la marca de chocolate y dulces Glico. Como estos carteles indican, aquí es típico comer takoyakis que son las bolitas de pulpo, el fugu que es el pez globo y los okonomiyakis.



Hacemos un pequeño descanso para comernos una rica copa de helado y nos disponemos a encontrar un curioso templo budista, el Templo Hozenji, donde hay una estatua de buda cubierta de musgo al que la gente le echa agua por encima para tener suerte. El templo está camuflado entre las callecillas cerca del canal, el lugar es bonito ya que hay una pequeña placita con farolillos.


Volvemos a la calle principal y como empieza anochecer comienzan a brillar los neones, carteles y los farolillos que bordean el canal. Vale la pena ver esta zona por la noche ya que hay mucha más vida y colorido. Como se ve en la foto de abajo, nos llama la atención la figura de un payaso vestido a rayas blancas y rojas con un tambor que vemos en muchos sitios y en envoltorios de dulces, se trata del payaso kuidaore Taro que junto al hombre de Glico es uno de los símbolos de Dotonbori y era un muñeco mecánico que se encontraba en la entrada de un restaurante Kuidaore que ya cerró. 



Junto al canal destaca la gran noria del edificio de la cadena de almacenes Don Quijote donde nos perdemos un buen rato chafardeando por todas sus plantas, la noria no sabemos si funciona ya que no la vimos en movimiento. Aquí venden de todo, es como una gran tienda de todo a 100 pero con muuuchas más cosas y como veis en la foto, tiene como mascota a un gracioso pingüino azul.


Para finalizar nuestra visita, volvemos al cartel de Glico a ver si ya lo habían encendido pero esperamos rato, están iluminados todos los demás pero éste nada así que, finalmente nos vamos. Para volver a la zona de Umeda donde tenemos el hotel cogemos el metro en Namba que al no ser de la linea circular tenemos que pagar el billete que cuesta 240 yenes. Nos llama la atención ver en el metro señalizado un vagón solo para mujeres, esto solo lo habíamos visto antes en Delhi en la India!. 

                                 

Ya en el hotel, habíamos pensado volver a salir para subir al mirador del Umeda Sky Building pero estamos tan cansados que  al final desistimos, lo dejamos para un próximo viaje. Cenamos en la habitación y dejamos las mochilas listas ya que mañana... volvemos a Kyoto!


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